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Abr 16 2021

Ep. 42 – La tercera vértebra


Seguimos descubriendo nuevas partes del cuerpo involucradas en la respiración, y hoy le toca el turno a la tercera vértebra. Porque es la verdadera responsable de tu respiración, y no tanto los pulmones o el diafragma.

Vamos a aprender a localizarla, y podrás comprender la importancia de su movimiento y ritmo, de cara a mantener una respiración de calidad.

Además haremos una meditación para la resistencia espiritual, que aumentará tu capacidad y creatividad mental. ¡No te la pierdas!



Contenido

  • Cuál es la tercera vértebra.
  • Importancia de la tercera vértebra en la respiración.
  • Movimientos de la pelvis:
    • Anteversión pélvica.
    • Retroversión pélvica.
  • Ejercicio para sentir el ritmo de la tercera vértebra.
  • Meditación para la resistencia espiritual.
Akaal

Cuál es la tercera vértebra

Seguro que te estás preguntando cuál es la tercera vértebra. Si conoces un poco la anatomía de la columna vertebral, sabes que ésta se compone de 7 vértebras cervicales, en el cuello; de 12 vértebras torácicas, en la zona media de la espalda; de 5 vértebras lumbares, en la parte más baja; y además del sacro, un hueso compuesto de otras 5 vértebras fusionadas, y por último el cóxis.

Cada una de ellas se llama en función del grupo al que pertenece, por lo que tenemos una tercera vértebra cervical, otra torácica y otra lumbar. Pero en realidad no nos referimos a ninguna de ellas en el episodio de hoy.

Entonces, ¿cuál de todas ellas es la tercera vértebra?

En Kundalini Yoga se ha designado como tercera vértebra a la quinta vértebra lumbar. Y es debido a que Yogi Bhajan cuando compartió este concepto, lo hizo partiendo de la base de la columna. Desde esta perspectiva el cóxis sería la primera vértebra, y el sacro la segunda. Ya sabemos que el sacro en realidad está compuesto de varias vértebras diferentes, pero al estar soldadas, digamos que lo contaron como una única pieza. De ahí que la tercera vértebra sea la última vértebra lumbar, es lo que conocemos como articulación lumbosacra, ya que articula la región lumbar y el sacro, o también segmento S1/L5.

Importancia de la tercera vértebra en la respiración

En episodios anteriores hemos hablado ya de la importancia de la pelvis en la respiración. Por un lado afecta de forma directa a toda tu postura, y una mala posición de la pelvis puede dar lugar a que los pulmones se compriman y no tengan espacio suficiente para expandirse, o puede generar importantes dolores de espalda. De todo esto te hablaba en detalle en el episodio número 8, por si te interesa profundizar o recordar la relación de la postura y la respiración.

También veíamos en el episodio anterior lo importante que era mantener la estructura de la pelvis equilibrada, ya que a través de ella podemos ver comprometida nuestra respiración.

Esto se debe a que el movimiento del hueso púbico y de la tercera vértebra afecta de forma directa al diafragma.

Debes tener en cuenta que en esta zona se genera una articulación muy importante, que relaciona la parte superior del cuerpo con las extremidades inferiores. Por un lado debe ser lo suficientemente estable para garantizar tu integridad estructural, y por otro lado debe ser flexible y permitir el movimiento de las piernas, y de toda la columna.

Movimientos de la pelvis

Vamos a detenernos en este último movimiento, porque es el que relaciona la pelvis con la respiración, y para ello debemos conocer los dos movimientos que puede realizar esta zona:

Anteversión pélvica

La anteversión pélvica ocurre cuando la pelvis gira hacia delante, lo que hace que la curva natural de la zona lumbar se haga todavía más pronunciada, y que el cóxis ascienda.

Puede deberse físicamente a músculos abdominales débiles e incapaces de sostener la postura y los órganos, o energéticamente a bloqueos en el segundo chakra, que nos llevan a esconder toda la zona genital, ya que en esta posición se adelanta la barriga mientras la pelvis retrocede.

Es lo que sucede cuando hablábamos en el episodio 8 de que la pelvis se aleja de la caja torácica. Los pulmones tienen espacio para expandirse, pero la zona lumbar de la columna se ve comprometida y dañada.

Retroversión pélvica

La retroversión pélvica es la situación contraria, la pelvis retrocede, se activan los glúteos y la curva natural de la columna se suaviza y rectifica.

Esto de forma controlada es lo que ocurre cuando aplicamos mulbhand. Con esta cerradura habrás podido sentir tu columna más recta y alineada.

Pero también puede ocurrir este giro sin el control y la activación del resto de músculos, lo que hace que la espalda se redondee y la caja torácica se acerque a la pelvis, impidiendo que la respiración pueda ser completa por la presión que se genera en el abdomen y la cavidad torácica.

Esto es habitual cuando nos sentamos en la postura de meditación y no tenemos la flexibilidad o fuerza suficiente para mantenernos erguidos.

Ejercicio para sentir el ritmo de la tercera vértebra

Estos dos movimientos, tanto la anteversión como la retroversión de la pelvis se producen de forma natural con la respiración. Al igual que los diafragmas tomaban una forma con la inhalación y otra diferentes con la exhalación, la pelvis se balancea hacia uno y otro lado con el movimiento de la respiración.

Y esto es necesario que ocurra, porque si limitamos el movimiento de la pelvis, bloqueamos el ritmo y la fluidez de la respiración. De ahí que se diga desde Kundalini Yoga que la respiración nace en esta vértebra, o mejor dicho, en esta articulación.

Es como si todo el cuerpo estuviese orquestado para preparar y facilitar la entrada o salida de aire. Al final el que los pulmones se llenen o vacíen no es más que una consecuencia de todo lo anterior. Por eso se dice que la respiración no comienza en ellos, ni siquiera en la nariz, la boca o el diafragma.

Y dentro de este movimiento en la pelvis, es fundamental el ritmo. Si no se mantiene en armonía dará lugar a una respiración pobre y de mala calidad y se dice que tú dispondrás únicamente de un tercio de tu energía vital.

Ahora vas a hacer un ejercicio para comprobar este ritmo y movimiento en tu propio cuerpo.

Te vas a colocar tumbado boca arriba, con las piernas flexionadas, los pies apoyados en el suelo y separados a la distancia de las caderas.

Primero vas a observar únicamente la curvatura natural de tu columna, comprobando cuánto se despega la zona lumbar del suelo. El mantener las piernas flexionadas y los pies apoyados te ayudará a acercar esta zona al suelo, pero es posible que si tienes lordosis, o una anteversión fuerte en la pelvis, todavía quede bastante separada.

En el caso contrario de retroversión, la zona baja de tu espalda quedaría totalmente pegada al suelo. Esto solemos buscarlo en muchos ejercicios de kundalini yoga, y lo hacemos aplicando mulbhand, para que la columna quede totalmente recta, pero ahora no es el caso ya que buscamos una posición más neutra y natural.

De hecho siempre que hablamos de pelvis neutra, que es como debería estar durante la práctica de meditación, nos referimos a una posición equilibrada, en la que no predomina ni un giro ni el otro.

Vas a buscarlo ahora dejando todo el cuerpo relajado, la columna recta, pero sin tensión. Si colocas tu mano bajo la zona lumbar debería haber espacio para apoyarla con la palma hacia el suelo, pero únicamente este espacio, no más.

Desde esta posición vas a empezar a tomar respiraciones lentas y completas. Recuerda llevar cada inhalación al diafragma y a la pelvis, y comienza así a observar la rotación suave de la pelvis, y de la articulación a la altura de la última vértebra lumbar, o tercera vértebra.

Te será fácil observarlo desde el sacro. Como te había dicho antes, éste rota en un sentido con la inhalación, y en el opuesto con la exhalación, como si fuese una mecedora.

De forma natural, si no estás activando el abdomen, y no estás aplicando mulbhand ni haciendo ningún esfuerzo, el cóxis rotará hacia abajo con la inhalación, llevando el extremo del sacro hacia el suelo a medida que se hincha el abdomen, y al contrario al exhalar, avanzando hacia arriba a la vez que se mete el ombligo con la exhalación. Puedes sentirlo también como que en la inhalación la zona lumbar se despega del suelo, mientras que en la exhalación se acerca más a él.

Es fundamental que tu cuerpo permita este movimiento libremente con cada respiración, ya que además de afectar al diafragma, es el responsable de bombear fluidos cerebrales a través de la columna.

Ten en cuenta que aquí estamos hablando de lo que el cuerpo hace de forma natural e involuntaria, pero puede ocurrir que durante determinadas prácticas o ejercicios este movimiento se invierta, ya que como hemos visto la activación del suelo pélvico y de la región abdominal pueden modificar la relación de la pelvis y la columna.

Lo interesante es que ahora ya que lo conoces puedes prestarle más atención, y sobre todo, cuidar tu postura y tu respiración, para ponérselo más fácil a tu propio cuerpo.

Si quieres más adelante puedes hacer este mismo trabajo de observación colocándote de pie con la espalda apoyada en una pared. Así poco a poco puedes ir haciéndote una idea real de tu postura y tu respiración.

Hoy vamos a observarlo también con la meditación, ya que en ella vamos a mantener una postura con los brazos elevados sobre la cabeza, y esto debes vigilar en todo momento que no te haga curvar más la lumbar, ya que es algo que sucede de forma muy habitual cuando llevamos los brazos hacia arriba.

Pero luego te explico todos los detalles, ahora de momento te preparas para abrir juntos el espacio.

Meditación: para la resistencia espiritual

EP 42 01 1
  • Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
  • Postura: Sentado en postura Fácil, Sukhasana. Con los dedos de las manos entrelazados, eleva los brazos por encima de tu cabeza, dejando las palmas de las manos hacia abajo. Los codos quedan ligeramente doblados y las manos se sitúan a 15 centímetros de la cabeza.
  • Ojos: abiertos 1/10 parte.
  • Respiración: Realiza respiraciones lentas y completas. Suspende la respiración tras la inhalación, y también tras la exhalación.
  • Tiempo: 11 minutos.
  • Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.
Licencia de Creative Commons

Written by Prabhu Sangat

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